El detalle marca la diferencia

"Click" 

Ése es el sonido de muchas de nuestras comunicaciones. El sonido de las teclas de tu equipo, de tu smartphone o de tu tablet.

Sin embargo, en un mundo cada vez más tecnológico demandamos, reclamamos, casi necesitamos la cercanía humana. Esa cercanía que antaño imperaba en los establecimientos, cuando te llamaban por tu nombre nada más entrar, cuando sabían qué te gustaba y qué pedías habitualmente. ¿Recuerdas esos momentos? Si los has vivido, seguro que sí.

Hoy no queremos renunciar a los beneficios que nos brinda la tecnología, como la compra por  internet (a golpe de click 😉), las búsquedas de información o una interminable lista de ventajas que nos ofrece nuestra preciada red. 

Simultánea y paradójicamente no queremos perder esa cercanía, ese trato de tú a tú que sólo nos da quién nos conoce. Ese detalle que tiene ese comercio al que habitualmente vamos, ese detalle que nos hace sentir especiales y únic@s. 

Tan importante es ofrecer un excelente producto como cuidar al cliente. Y esta actitud la tiene muy clara todo el equipo de El Perolet. 

Jorge Aracil, alma máter de la empresa, ha tenido muy claro desde siempre que sólo ofrecería lo mejor. No iba a hacer cualquier mermelada. No haría cualquier vinagre. No haría cualquier producto. 

Haría productos exquisitos ofrecidos de forma exquisita.  

Ésa es su gran diferencia.  Enfrascó un sueño y lo llevó al éxito. Y decidió que no, no iba a venderlo.  Decidió crear y embotellar experiencias de compra. 

Y así, cada vez que hacemos "click" en  la tienda on-line ...

... cada vez que recibimos un pedido de www.elperolet.com , abrimos una caja en la que encontramos muchos sueños y muchas ilusiones embotelladas.

Siempre con mucho, mucho